[:es]CONSEJOS PARA LA PRIMAVERA:[:]
[:es]La primavera es con toda seguridad, la estación del año que más cambios genera. Se produce una explosión de vida en toda regla; las plantas y animales que han estado aletargados todo el invierno “renacen” con toda la fuerza. Esto genera una serie de implicaciones ambientales únicas….
Los parásitos externos:
Las pulgas, garrapatas y mosquitos, gracias a las buenas temperaturas, intensifican su actividad y reproducción. Es importante que recuerdes que algunos parásitos son portadores de enfermedades graves para los animales y otros pueden llegar afectar al hombre. Es muy recomendable proteger a nuestras mascotas con antiparasitarios toda la temporada para evitar problemas sanitarios para ellos y para nosotros.
Las alergias:
Con el inicio de la primavera y el buen tiempo comienzan a florecer las plantas. Con ello, al igual que con los humanos aumenta el riesgo de padecer alguna alergia. Es importante prestar atención a cualquier sintomatología (lacrimeo, picores, estornudos…) que pueda denotar que pudiera haber alguna afección alérgica (atópia, alimentaria, respiratoria…). Es importante remarcar que algunos animales pueden desarrollar una dermatitis alérgica frente a la picadura de la pulga.
Picaduras de insectos o arácnidos:
Durante los paseos por zonas de campo, ajardinadas o con mucha densidad vegetal pueden sufrir encuentros desafortunados. Debéis tener mucho cuidado con:
Las procesionarias (los gusanos de los pinos) se localizan en las copas de los pinos en una especie de bolas blanquecinas como podéis ver con la foto. En marzo descienden por los troncos en procesión (por eso reciben este nombre). En el momento que los animales entran en contacto con los pelos de las orugas, estas desprenden una toxina que produce: urticaria, alergias y necrosis (muerte del tejido) en las zonas de contacto.
Las avispas, abejas, arañas… pueden provocar una reacción alérgica en el animal. Es importante que estés alerta de posibles inflamaciones en la boca y/o en la garganta que pueden generar graves insuficiencias respiratorias o asfixia. También pueden darse inflamaciones menos graves en todo el cuerpo pero que igualmente requieran atención veterinaria.
Por último, es importante tener en cuenta que algunos mosquitos son capaces de transmitir enfermedades como en el caso de los phlebotomus (parásito que habita en la cuenca mediterránea) capaz de transmitir la temida Leishmania.
La sintomatología de esta enfermedad es muy amplia. Algunos de ellos son: pérdida de peso, hemorragias nasales, caída de pelo, cojeras, diarreas, problemas generalizados de la piel…
Hoy en día existe tratamiento pero no una cura. Por ello, es importante proteger a nuestras mascotas con productos antiparasitarios de acción repelente. Hoy en día también se puede actuar a nivel inmunológico mediante una vacuna.
Intoxicaciones por áreas fumigadas:
En esta época son comunes las fumigaciones para evitar plagas. Mucho cuidado al sacarlos a pasear para evitar que puedan ingerir algún producto herbicida, plaguicida o insecticida. Si se produjera acudid rápidamente al veterinario.
Otitis y otras afecciones del oído:
Que el animal se rasque mucho las orejas, que incline la cabeza hacia un lado… son signos compatibles con una otitis. Realizar limpiezas auriculares cada 1-2 meses (en función del acumulo seroso que tenga) ayuda a mantener el conducto auditivo limpio y a prevenir las otitis.
Las espigas son abundantes en esta época y un peligro antes y después de la siega. Las semillas pueden clavarse en los ojos, nariz, oídos, boca o entre los dedos, provocando inflamaciones y/o infecciones. Los perros de pelo largo tienen más probabilidades de padecer este problema, pues su pelaje facilita que las semillas se adhieran.
Por ello, os recomendamos evitar pasear por las zonas donde abundan las espigas, cortar el pelo y revisar al animal después de cada salida. Si observáis alguna espiga clavada o tenéis alguna sospecha debéis acudir rápidamente al veterinario. No intentéis sacarla vosotros, podríais introducirla más adentro y que posteriormente sea más difícil de extraer. (Os dejamos dos ejemplos).
Por último, tener en cuenta que los perros al bañarse en el rió, el mar, en la piscina, en el baño habitual… se mojan las orejas y es muy importante que queden lo más secas posibles para evitar problemas.
Las hormonas:
“La primavera…. la sangre altera”. Sin duda un refrán que describe muy bien la situación que tiene lugar en primavera. Gracias al buen tiempo, durante la primavera aumenta la presencia de hembras con capacidad reproductiva y sus inevitables consecuencias: camadas no deseadas, abortos, perros que se escapan, abandonos de cachorros o hembras gestantes…
La muda del pelaje:
Empezaras a notar que empieza a perder más cantidad de pelo. Vigila que sea uniforme y no empiecen aparecer zonas sin pelo (calvas) lo que podría indicar que la caída del pelo no es debida a la muda sino a un problema dermatológico.
Exceso de ejercicio:
Como todo, la carencia o exceso son perjudiciales. Con el buen tiempo aumentamos las escapadas para pasear y jugar en el exterior. Después de unos meses de inactividad, la vuelta al ejercicio debe ser progresiva para evitar problemas traumatológicos.
Atropellos y peleas con otros animales:
Vuestra mascota empezará a pasar más tiempo al aire libre con lo que aumenta la probabilidad de que salga corriendo y pueda ser atropellada, así como, a tener más contacto con otros animales pudiendo llegar a enfrentamientos y causarle heridas peligrosas. Debéis mantenerlos bien vigilados para evitar riesgos innecesarios.
Pérdidas y robos del animal.
Al igual que en el apartado anterior, hay que tener cuidado en el exterior. El animal puede desorientarse o perderse sobre todo en las zonas que desconoce. Además, nuestras mascotas se ven influidas por los sugerentes olores que desprenden sus potenciales parejas pudiendo escaparse en su busca.
También son más frecuentes los robos de los animales. Hay más riesgo en aquellas razas más populares o ejemplares de pura raza.
Verifica que tu mascota está bien identificada, que lleva colocado el microchip y que éste se encuentra registrado con sus datos actualizados. Si no es así o no estás seguro, ve al veterinario para confirmar la información y/o actualizarla. El uso de chapas identificativas como único método no es recomendable, pero sí además del microchip.








